La vida no es como el teatro, que puedes ensayar, hasta que te salga bien . Tienes que arriesgarte. Y cuando lo consigas , no esperes que te aplaudan y se baje el telón.

martes, 9 de abril de 2013

Recuerdos de la niñez.



¿Que seria un día sin esas horas de clase en las que te las pasas dibujando muñecos amorfos? ¿O mirando por la ventana? ¿ O escribiendo notas y pasarlas al primero de la fila mientras vigilas que la maestra no te las pille? ¿O cuando le sigues el royo al profesor cuando aun así no tienes ni idea de que esta hablando? ¿ O cuando en intercambios de clase te pones a correr por la clase jugando al pilla porque te has pasado tirando tizas a la gente? ¿Que seriamos sin estas cosas? Pues bien, todo tiene parte buena y parte mala. La parte buena es que disfrutas y se te hacen mas amenas las clases. Lo malo esta en que eso acaba cuando sales de tu casa, cuando emprendes hacia el trabajo, a luchar por tu futuro, es justo ese momento cuando te das cuenta que no puedes hacer ese tipo de cosas, que ya eres lo suficiente responsable como para andar con esas niñeces. Pero aun así cuando andas por medio de la ciudad con tus cascos puesto, escuchando tu música y pensando en la infancia te das cuenta que echas de menos todo aquello que hacías, que ojala y lo volvieses a repetir pero, caes en la cuenta que eso forma parte de tu pasado, y que el modo de actuar se adecua a tu edad. Con esto no quiero decir que desaparezca el niño que todos llevamos dentro, si no apartarlo y saber sacarlo solo cuando sea necesario.





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